miércoles, 2 de enero de 2013

El Comité de la Imaginación invita a la siguiente reflexión...

Compañeras y compañeros de las diferentes tendencias revolucionarias: El Comité de la Imaginación invita a la siguiente reflexión:

Se hace tremendamente necesario que surja una producción propia de análisis y reflexión de los acontecimientos, de situaciones, de contextos. Pasan a cada momento hechos que necesitan ser aprehendidos en la reflexión de los distintos grupos que luchan en pos de la superación del Estado-Capital. Cuando estos hechos suceden, y de parte nuestra existe un vacío reflexivo en torno a ellos, comenzamos a separarnos cada vez más de una “realidad” de la cual, queramos o no, somos parte.

Nadie esta desvinculado de los territorios donde está inserto (ya sea local, regional), puesto que el “hacer” revolucionario que cada una y uno ha elegido fue determinado por la experiencia personal de la y los sujetos. Esa experiencia está basada (y seguirá estándolo) por la familia, el barrio, el colegio, la ciudad, el campo, la costa, el cerro, la población, la villa, el condominio, las amigas, los amigos, el supermercado, el trabajo, el estadio, los deportes, la televisión, la música, el cine, los libros, la micro, el paradero, el transitar, y un inmenso etcétera. Esa experiencia acumulada a la que todos estamos sujetos, modela nuestro pensar y las soluciones que le damos a los problemas. Por ello, si esa experiencia esta circunscrita a la experiencia común vivida en la cotidianidad y en relación a otros sujetos, entonces, la realidad donde actuar es esa y no otra.

No se trata aquí de negar realidades, solo de crear un enfoque general de actuación. Y tampoco, en esta instancia, explayarnos profundamente sobre dicho enfoque, que no es otra cosa más que un asunto programático. Recordamos que esto solo es una opinión del Comité en torno a falencias y aciertos que es posible de constatar, y que creemos que a través de una pequeña reflexión es posible que entre en circulación para un debate entre compañeras y compañeros, y sus círculos. Hemos de tener en claro lógicamente, que debemos “atacar” nuestra realidad inmediata; pensarla y con ello subvertirla (la dicotomía de ambas cuestiones es lejana y es hora de dejarla de lado) pero siempre con la perspectiva que las problemáticas que surgen tienen una identidad común: el capital. Cada parcela que constituye la totalidad capitalista, cada espacio en el que habitamos y circunscrito a un cierto limite, es el todo como parte. En cada espacio se manifiesta lo idéntico a la totalidad, el capital; en cada espacio se reproduce de una manera acoplada a su singularidad.

Después de esa ida por las ramas, continuamos:
La falta de análisis en y sobre el contexto social impide una clarificación sobre el cómo actuar o el que hacer. Existe un vacío teórico, y eso implica por correspondencia una práctica desorientada. Y eso se demuestra con la incapacidad de matizar con elementos propios las teorías y prácticas que se adquieren, copian, de procesos fuera de las particularidades de este territorio. Nos detendremos aquí por un momento.

No se trata de acusar de “europeístas” a algunos(as) y a otras (os) de “latinoamericanistas”. La cantidad de material practico-teórico que se ha producido en América, en general, y en Europa es de una inmensa riqueza. Las experiencias de la lucha de clases en esas dos regiones han llevado a procesos revolucionarios con características propias, pero que forman parte de la experiencia histórica del proletariado (así es, el proletariado aun existe, a pesar de que una y otra vez se ha anunciado su muerte) que busca su emancipación. Por ello, desechar la reflexión y la relectura de dichos materiales es una soberana imbecilidad. La integración de los distintos elementos que puedan aportar los procesos a las discusiones es una de las herramientas útiles de lo que se sirve el proletariado cuando lucha. Sabiendo, claro está, que muchas practicas de emancipación han sido llevado por sectores que solo buscaban el acople armónico del proletariado en el capital. Aun así, aquello nos sirve para saber que no hacer, para identificar las premisas históricas y teóricas que han desembocado en errores prácticos, pero que persisten en ciertos sectores bajo esa cultura de la derrota (podemos extraer varios aspectos positivos del gobierno de allende por ejemplo, las mancomunales, los cordones industriales, podemos criticarlos y sacar mas cuestiones en limpio, pero también alejarnos de la idolatría al “compañero presidente” y ese pútrido pensar de que las cuestiones cambian por una voluntad política, desechando a la basura la evidencia que nuestra esencia alienada vuelta capital se ha convertido en un monstruo que nos gobierna, no la pequeña voluntad de otro) Es por esto, que esa separación entre unos (europeístas) y otros (latinoamericanistas), que tanto gusta a muchas personas no tiene más sentido que el de defender la fragmentación del proletariado o las y los explotados(as).

Seguimos: como decíamos, el no dotar de análisis propios, teorías desarrolladas por otras(os) compañeras(os), es una evidencia de que la producción teórica de esta región no es fuerte. No hay que tener miedo a la palabra Teoría y caer en la psicosis de la intelectualidad, el academicismo. Mientras la teoría sea práctica y la práctica sea teórica, dicha dicotomía entre esos dos conceptos estará superada. Es más, ha llegado la hora de superar esta dicotomía, preguntarnos incluso cuando diablos se produjo este pensamiento metafísico, dual. Y es que nuestra condición humana se ha creado así, y somos nosotros los que criticando en la práctica este sentido común de lo dual podemos pensar; y pensar es sentir, actuar, afectividad. Es hora de rechazar las separaciones en nuestro propio reflexionar como ejercicio de emancipación al mismo tiempo, pues cuando reflexionamos ya estamos cambiando lo que somos y lo que haremos.

Para ir finalizando: creemos que las tendencias revolucionarias honestas debemos ir desarrollando un arsenal teórico-práctico que nos plantee desafíos ante los embates venideros del Estado-Capital. Ya van pasando los años y hemos sido incapaces de poner en aprietos al sistema en general. Ante una panorámica que no está trayendo beneficios, sino, que amarguras, es necesario replantearse los horizontes de actuación y hacia dónde dirigir los esfuerzos. Nuevamente aseveramos que el programa histórico del proletariado no es otra cosa que la supresión del Estado-Capital, la superación de la sociedad de clases y el aniquilamiento del trabajo asalariado. Ese programa no dice que hacer ni cómo hacerlo. Este programa no hemos de entenderlo como “político”, sino como la realización de lo que el proletariado es. Nuevamente debemos aprender a pensar de otro modo, a asumir que la dirección de este programa es el modo en que el proletariado proyecta y realiza su auto-supresión. 

Solo es el horizonte desde donde situar la lucha, por tanto, el proceso de la experiencia se vuelve a tornar imprescindible para descubrir y redescubrir nuevas formas de lucha. En cada una y uno de los hermanos de clase está la capacidad de desarrollar las dinámicas propicias que permitan acercarnos cada vez más a la destrucción de este viejo mundo y todo el lastre que de él emana y adormece el espíritu.

Hermanas-os de clase: a producir teoría.
Hermanas-os de clase: a producir práctica.
Hermanas-os de clase: a producir pensamiento critico, a criticar el pensar, a concebir la critica como pensar y este como actuar, sentir, construir, destruir, reflexionar, analizar.

¡Viva la comuna!

Postdata: a todas y todos aquellos que pensaron que el sistema colapsaría por arte de magia un 21 de diciembre, les preguntamos: ¿Qué se siente hacer caso y ser parte de la histeria desatada por los medios de comunicación del Estado-Capital? El Capitalismo y el Estado solo serán superados por la acción conjunta y autónoma del proletariado,única clase portadora de su propia supresión/superación.

 # Comité de la Imaginación, fines de diciembre de 2012, en el Estado chileno.

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